ENRIC LLORAC
Un libro hecho de afectos, sobre todo del apego a los objetos ?a determinados objetos? y a sus imágenes. A fin de revisar episodios en los que el arte y la arquitectura se entremezclan con especial intensidad, Enric Llorach acude a la figura del anacronismo como herramienta de análisis. Rescatado por Didi-Huberman, el anacronismo refiere la intrusión de una época en otra, y entre las consecuencias de su puesta en valor se encuentra la legitimación de toda aquella subjetividad que media entre la realidad y su interpretación, entre ellas la memoria y el montaje. Una vez admitido el anacronismo, la verdad como tal ?en su acepción racional y autorizada? deja de tener primacía y en su lugar se abre paso una invitación al diálogo.