DÍAZ DE ARCAYA, MIREN
Sin rumbo. Buscándose. Al límite del miedo; entre razón y emoción en mitad de un camino del cual no se distingue entrada y salida. Ni el blanco del negro. Ni el dolor; ni el placer al respirar. Y tensa las cuerdas. Llueve, cada vez más intenso; escucha en mitad del ruido el susurro apenas perceptible de una voz que resbala sobre sus oídos. Y se eleva. Y se derrama. Y corre.
Sin rumbo. Buscándose. Al límite del miedo; entre razón y emoción en mitad de un camino del cual no se distingue entrada y salida. Ni el blanco del negro. Ni el dolor; ni el placer al respirar.
Y tensa las cuerdas.
Llueve, cada vez más intenso; escucha en mitad del ruido el susurro apenas perceptible de una voz que resbala sobre sus oídos.
Y se eleva. Y se derrama.
Y corre.