DOCTOROW, E.L.
"Cuando tenia siete u ocho años mi hija Caroline me pidió un día que le escribiera una nota a la maestra porque iba a faltar a clase. El autobús estaba apunto de llegar. Escribí la fecha y empecé: "Estimada señora X, mi hija Caroline..." Pero entonces pensé: "Así no está bien, es obvio que se trata de Caroline". Tiré la hoja i comencé de nuevo: "Ayer mi hija..." No, tampoco , parece que estoy declarando ante el juez". Así continué hasta que oi un claxon y advertí que la niña estaba al borde del llanto. Las bolas de papel se amontonaban en el suelo. Mi mujer agarro una hoja y redactó la nota a toda prisa. Escribir es inmensamente difícil, sobre todo cuando el formato es breve."
La carrera de E.L. Doctorow se extiende a través de casi una docena de novelas excepcionales, pero es en sus cuentos donde la pulsión por doblegar la forma narrativa tradiciónal, se convierte en un juego. También es en ellos donde encuentra e inventa personajes excepcionales en su complejidad y, con pinceladas asombrosamente descriptivas, nos sitúa en la realidad americana, con su desesperada ingenuidad y su optimismo recalcitrante. Este volumen recoge