ROQUERO, LUISA
El LABERINTO existe en todas las civilizaciones desde los albores de la humanidad. Es un diagrama simbólico de las dificultades y vicisitudes de toda trayectoria vital. El pensativo Heracles ad bivium, cavilando entre Voluptas y Virtus, es un tema iconográfico que plasma una filosofía de vida: la existencia no tiene un sentido a priori, tiene el sentido que cada uno le confiere. El individuo cavila porque ha de tomar decisiones para dar un fundamento a su existir, decisiones que marcarán su caminar por el mundo ya que no hay elección sin riesgo, ése es el precio de la libertad. Los jardines clásicos contienen un relato expresado a través de la estatuaria, el bosque, la montaña, la gruta, el laberinto un itinerario filosófico compuesto según las reglas del ARTE DE LA MEMORIA que el paseante cultivado iba descubriendo y comprendiendo al recorrer los distintos lugares siguiendo un orden. Los escenográficos jardines barrocos alcanzaron su apoteosis en Versalles hasta el punto de ser identificados con el absolutismo monárquico y suscitar la revolución paisajista a principios del siglo XVIII en Gran Bretaña. En