RÍOS CORZO, VIRGINIA
Mia, una pequeña tortuga, disfruta de su rutina diaria de ir a la escuela, jugar con sus amigos y aprender cosas nuevas. Sin embargo, a veces experimenta emociones intensas, como enojo y tristeza, que no siempre sabe cómo expresar.
Un día, mientras juega con su abuela, su juguete favorito se atasca y la frustración la abruma. Su abuela le enseña un valioso truco: meterse en su caparazón, respirar profundo y contar hasta diez para calmarse antes de expresar lo que siente. Gracias a este método, Mia aprende a manejar sus emociones y a comunicarse mejor con su entorno, llevándose consigo una herramienta que la ayudará en su día a día.