GARCÍA GARCÍA, ÓSCAR
Todo suceso tiene una explicación razonable, o eso es lo que yo intentaba comprender con el paso de los días. La duda siempre aflora en mí, dejándome a tiro ante la vida, que sigue su curso, proporcionándome cada día una serie de acontecimientos dolorosos y sorprendentes para dejarme en jaque.Me llamo Will, y soy una persona muy reflexiva, angustiado por todo esto que llamamos vida, algo que no logro comprender, como el equilibrio de las cosas siempre anda lejos de la mía, donde unos amigos inseparables, viven constantemente batallas en forma de momentos duros e inquietantes. Yo no creía en el amor, pero gracias a ella me di cuenta que todo cambia, que lo bonito son los detalles pequeños y que a veces, se puede volar sin moverse del lugar. Ella me devolvió la esperanza cuando yo andaba perdido.Pude comprender que sonreir no es sinónimo de felicidad, sino que es un escudo que nos lleva a ella, donde te das cuenta que no siempre se debe sonreir por lo bueno, sino que a veces también se debe sonreir al conocer lo malo.Ahora todos sabemos lo bello que es vivir, o al menos nos dimos cuenta de cómo teníamos que reaccionar en cada momento, cerca el uno del otro, dando paso al brillo de unos ojos que nos iluminaron el camino hacia delante, a pesar de un muro que tuvimos que derrumbar.
