KINGFISHER, T.
El día que Toadling nació, las hadas la arrebataron de su familia, pero creció segura y amada en las cálidas aguas del país de las hadas. Sin embargo, al llegar a la edad adulta, las hadas le pidieron un favor: regresar al mundo humano y bendecir con su protección a una niña recién nacida. Una misión sencilla, ¿verdad? Pero con las hadas no hay nada sencillo.