MATILLA,ALEJANDRO
Malicia y Cozumel se aman. Más que a nadie del pasado, más que a losque vinieron después. Pero lo que en un principio vivieron con vértigo y alegría, con sed y deseo, acabó exigiendo enormes sacrificios. Fueasí como el sentimiento de culpa se instaló en sus estómagos y no lesdejó ni respirar, negándoles la construcción de un futuro amable en el que tener y criar una hija, en el que despertar en una misma cama, en el que hacer dichoso al otro. Capítulo a capítulo, pieza a pieza deun puzle sin hoja de instrucciones, averiguaremos cómo fueron los días en los que no dejaban de mirarse y soñarse, qué les unía, quésignificaban el uno para el otro, el precio a pagar por estar juntos.Y también descubriremos cómo vivieron aquellos días en los que estaban distanciados, quebrados, quizás con otros.