CHURCHILL, WINSTON
"Llegar a la edad de cuarenta años sin haber cogido jamás un pincel o sin haber garabateado nunca con un lápiz, pasar de considerar, con un ojo ya maduro, que el acto de pintar es un misterio o de hallarse boquiabierto frente a la obra de un artista callejero, a sumergirse de pronto en una nueva y fascinante forma de interés y de acción con pinturas, paletas y lienzos, y no sentirse descorazonado por los resultados, es una experiencia extraordinaria y muy enriquecedora. Sería una verdadera lástima desperdiciar el tiempo libre del que disponemos arrastrándonos o agitándonos por el campo de golf o jugando al bridge, haciendo cerámica o simplemente holgazaneando [...] cuando todo ese tiempo se habría podido destinar, de haberlo sabido, a un mundo maravilloso de pensamiento y arte, a un jardín soleado cuyos destellos de luz y color aguardan en el bolsillo de nuestra chaqueta." Winston Churchill
"Llegar a la edad de cuarenta años sin haber cogido jamás
	un pincel o sin haber garabateado nunca con un lápiz,
	pasar de considerar, con un ojo ya maduro, que el acto
	de pintar es un misterio o de hallarse boquiabierto frente
	a la obra de un artista callejero, a sumergirse de pronto
	en una nueva y fascinante forma de interés y de acción
	con pinturas, paletas y lienzos, y no sentirse descorazonado
	por los resultados, es una experiencia extraordinaria
	y muy enriquecedora.
	Sería una verdadera lástima desperdiciar el tiempo libre
	del que disponemos arrastrándonos o agitándonos por
	el campo de golf o jugando al bridge, haciendo cerámica
	o simplemente holgazaneando [?] cuando todo
	ese tiempo se habría podido destinar, de haberlo sabido,
	a un mundo maravilloso de pensamiento y arte, a
	un jardín soleado cuyos destellos de luz y color aguardan
	en el bolsillo de nuestra chaqueta."
	Winston Churchill